La ansiedad es una respuesta natural humana ante situaciones estresantes. Se conoce como una emoción secundaria que responde a una amenaza o a una situación de estrés psicológico.
Está relacionada con la sensación del miedo y cumple una importante función en la supervivencia. Hace que el sistema nervioso permanezca en un estado de alta activación, de manera que se vuelve más sensible ante los estímulos imprevistos.
De acuerdo a los estímulos imprevistos, sucede que al encontramos con situaciones desconocidas y al momento de enfrentarlas el pensamiento al no tener una idea de lo que se va hacer o por lo menos conocer algo previsto ante una situación de peligro, se activa de forma automática nuestro mecanismo de defensa de lucha y huida a través del sistema nervioso central. Procurando la liberación de cortisol en alta cantidad como medida de preservación a nuestra vida.
“Preservar la vida es esencial y prioritario para nuestro organismo”
Por ende, es clave saber cómo funcionamos ante la ansiedad
Causas y respuestas de la ansiedad
Ante una amenaza real o imaginaria. La mente NO discrimina la situación en la que se enfrenta. La mente igualmente envía el mensaje a través de nuestras sensaciones al sistema nervioso y activa una alarma de peligro.
El peligro puede ser real o solo lo creamos en nuestra mente. Ambos tienen el mismo efecto operacional en nuestra mente, sentir y conducta. La diferencia se hace cuando se aprende a distinguir una de la otra.
El sistema nervioso central se subdivide en un sistema nervioso simpático y el nervioso parasimpático. Dos sistemas totalmente antagónicos. El primero esta relacionado con la acción y el segundo con el reposo. El primero nos activa y el segundo al pasar el peligro nos regula, llevándonos a la normalidad.
La manera en que respondemos a las situaciones amenazantes se debe en gran parte al vínculo que existe entre los instintos de supervivencia con los comportamientos que detona los momentos de alerta y su vez, la forma en que creemos que nos va a pasar algo y no sucede. Reproduciendo comúnmente a pensamientos obsesivos, miedos irracionales, intranquilidad, dificultad para concentrarte y dificultad para tomar decisiones.
Por último, la liberación de la hormona cortisol al momento de sostener de forma prolongada la preocupación o sensación de peligro. Aumentando significativamente los niveles de cortisol. Contrarrestando y limitando la funcionalidad de actividades regulares del día. Como también, afectando en forma de interrupción las horas del sueño o la conciliación del descanso. Ya que parte de la función del cortisol es levantarnos o mantenernos activos durante el día en dosis equilibradas.
Pero no puede irse a la cama o a descansar con nosotros.
¿Cuáles son los tratamientos indicados para la ansiedad?
Lo más efectivo sería iniciar con terapia psicológica, la cual imparte herramientas bastantes efectivas para solucionar el problema, ayudando a identificar, modificar los pensamientos que producen preocupación constante. Por otra parte, dependiendo del curso o magnitud del malestar, es recomendable seguir las pautas de un profesional de la salud mental, ya que existen diferentes tipos de ansiedades.
Cabe destacar que no todas las ansiedades se tratan con los mismos métodos. Existen cuadros ansiosos que requieren de tratamiento médico conjuntamente con terapia psicológica, para contrarrestar el malestar y disminuir o eliminar la respuesta emergente que detona la ansiedad.
¿Qué tipos de ansiedad patológicas existen?
- Trastorno de ansiedad generalizada
Síntomas
Esta afección mental suele caracterizarse por presentar una preocupación excesiva. Estar en este estado mental promueve ideas generales sobre situaciones de estrés, facilidad para fatigarse y un intenso nerviosismo por cualquier situación familiar, laboral o de pareja. - Trastorno de pánico
Síntomas
Los episodios intensos e inesperados de miedo suelen repetirse con frecuencia en este estado mental. Produciendo ideas irracionales sobre situaciones imaginarias a tal punto que pasan a la creencia donde se piensa que la vida corre peligro y realmente no es así. El miedo suele abrumarse y nubla tus juicios de realidad. Causando ataques repentinos o frecuentes. - Agorafobia
Síntomas
Salir a lugares donde haya público o estar en espacios que una persona se sienta insegura. Son uno de los síntomas más comunes que caracteriza a esta afección psicológica. El miedo desadaptativo es también una causal para el desencadenante de esta afección. Puede efectuarse un ataque de pánico mediante la exposición de grupos a tal acto que puede llegar a descomponerse y perder la orientación de donde está y quien es (despersonalización). - Mutismo selectivo
Síntomas
Este tipo de trastorno ansioso se da más que todo en infantes entre 4 a 7 años de edad. Suele efectuarse más en niñas que en niños. Presentando dificultad frecuente para hablar en situaciones donde se esperaría socialmente que hable.
Finalmente, comprendemos que la ansiedad es una respuesta humana natural ante el estrés, diseñada para protegernos. Sin embargo, cuando se vuelve excesiva o irracional, puede interferir con nuestra vida diaria.
Es crucial entender cómo funciona la ansiedad y buscar ayuda profesional, como terapia psicológica o tratamiento médico, para manejarla eficazmente. Reconocer la diferencia entre la ansiedad normal y los trastornos patológicos es el primer paso para recuperar el control y mejorar nuestra calidad de vida.
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